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jueves, 24 de septiembre de 2015

La evitación y la ansiedad anticipada





La evitación y la ansiedad anticipada ante situaciones sociales, son  variables muy importantes dentro de la fobia social.

 La evitación que, de no existir, no se consideraría un problema y la ansiedad anticipada  la cruz de la fobia social. Un continuo de ansiedad  ante  todo lo social, imaginado en este caso, que es lo que nos hace evitar y convertirse en un círculo vicioso.

 La realidad es que a todos nos cuesta, o no nos gusta, estar cerca de extraños.
Es admisible  tener cierta ansiedad o incomodidad, pero estas, cuando no hay ningún problema como la fobia social, se enfrentan con naturalidad, porque estamos obligados a vivir en sociedad. Nadie puede vivir solo, necesitamos a los demás para sobrevivir. 




 Si se traspasa o no se guarda una distancia de seguridad mínima (de 20 a 40 cms) está estudiado que el cerebro reacciona y el cuerpo adopta una posición de defensa poniéndose  en marcha una serie de reflejos para evitar posibles daños,
 ¿Quién  no da un paso atrás  cuando esto sucede?
 Ese es el instinto 



Todo esto entraría dentro de lo que se considera normal.


  Los que no tienen fobia social no tienen la sensación imperiosa de huir o de evitar, solo son molestias que se han de aguantar, por ser seres sociales, y así y todo quiero remarcar, que su instinto ya funciona en esos mínimos, donde ellos también saben racionalmente que no hay peligro.

Imaginaos pues la posibilidad de que  a una persona cuyos instintos están bastante más sensibles, les salten las alarmas en cualquier contacto social  y no consigan racionalizar la  irrealidad  del peligro en ningún caso , no conformándose con ese paso atrás, sino necesitando huir.
Ahí ya tendríamos un problema y gordo, algo que no has podido evitar sentir, tu cuerpo reacciona solo, ves el peligro como real, o potencialmente real, y necesitas ponerte a salvo.
A veces consigues aguantarlo, pero con un nivel alto de ansiedad, y otras veces, solo de imaginarlo, ya lo evitas.
Esto a nivel fisiológico e instintivo.

Existe otra parte, la del pensamiento, donde solo  imaginarse los peligros, ya se consideran como tales y necesitas huir igualmente. El problema se complica aún más.
La mente es muy poderosa y es muy difícil de controlar.
Prueba, 
 Di ahora mismo a tu mente que no piense en comida, o preciso más,  un pastel riquísimo y apetecible.

Hace tiempo vi una película en la que unos niños extraterrestres peligrosos,  leían el pensamiento. Decidieron eliminarlos. Pusieron una bomba en un lugar y su profesor debía pensar en cualquier cosa menos esa bomba,  para no alertar a los niños durante un determinado tiempo. El profesor pensaba fuertemente en un muro que tapara otros pensamientos, se concentraba en pensar en él Los niños se extrañaron de que pensara en un muro y se pusieron a destruirlo mentalmente para  ver qué había detrás,  y éste se iba cayendo  sin poderlo remediar, hasta ver lo que había detrás.

Trata de pensar  en un muro el mayor tiempo posible que puedas y esconde ese pastel en tu mente,   
¿ Lo consigues? ¿Cuánto aguantas escondiéndolo? ¿Crees que serviría de algo decirte que no pienses en el pastel?
 Lo normal es que justo no puedas quitarte de la cabeza lo que dijiste que no pensarías.
Igual pasa con estos pensamientos negativos y miedos. Si piensas que hablar con el vecino puede resultar embarazoso, no podrás dejar de pensarlo aunque quieras y si sabes que en poco tiempo te encontrarás con uno, la idea y el pensamiento se hará aún  más fuerte y más y más, hasta el punto de hacerte sentir ansiedad y de sufrirlo como si lo vivieras. Eso es la ansiedad anticipatoria y es lo que en la mayoría de las situaciones te hace evitar, si no consigues enfrentarte.

La ansiedad anticipatoria es imaginarte un desastre escatológico antes de realizarse Es sentir un sufrimiento, angustia, miedo ansiedad tan fuerte, que es bastante seguro que esa ficción de tu pensamiento, supere con creces la irrealizada realidad y necesitas huir incluso antes de haberlas llegado a vivir.

Aquí entra ya en juego la irracionalidad de este trastorno, a veces, con cosas cotidianas fáciles que  consigues enfrentar, te das cuenta, sabes y compruebas que esa ficción imaginada era más horrible que la real, pero esto no te suele servir, o no siempre, a que en otra oportunidad puedas evitar esos pensamientos negativos de nuevo y volver a evitar la situación sin remedio.
En eso se basan los psicólogos y por eso inciden tanto en enfrentarlo, porque una respuesta positiva tras otra  fortalece a no volver a pensar de forma negativa  ,reprogramando ,supuestamente, tu conducta, y digo supuestamente, porque la teoría es muy fácil para todos, especialmente para quien no lo vive. El problema es llevarlo a la práctica.
Esa incapacidad para afrontarlo y evitarlo cada vez,  es lo que forma parte del trastorno y es muy complejo, por algo es un problema.
 Requiere un esfuerzo muy fuerte, no vale con que te digan lo que has de hacer, es obvio que la solución está en enfrentarlo. Los pensamientos negativos también los identificas y también   reconoces  la irracionalidad  y desproporcionalidad de tu miedo.
La teoría siempre parece fácil, la práctica no lo es.

En todo caso estas son las bases del trastorno y todo un círculo vicioso difícil de salir.


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